La fisioterapia uroginecológica aborda las patologías que conciernen a la esfera abdomino-pélvica, pueden estar presentes tanto en hombres como en mujeres y afectan significativamente a su calidad de vida.
La importancia de cuidar el suelo pélvico
El suelo pélvico sufre importantes cambios a lo largo de las diferentes etapas de la vida. En el caso de la mujer con un impacto llamativo desde el inicio de su vida fértil hasta la menopausia. Hay muchos factores que pueden intervenir en la calidad de nuestro suelo pélvico como pueden ser la presencia de cirugías ginecológicas, proctológicas y espinales, una mala gestión de las presiones, el embarazo y postparto, la obesidad, el estrés…
Desde la fisioterapia podemos valorar, tratar, mejorar y prevenir cualquier alteración para mantener nuestra salud pélvica.
Vanesa Pérez
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¿Cuándo acudir al servicio de fisioterapia uro-ginecológica?
Incontinencia urinaria, fecal y gases
Pérdidas de orina ante esfuerzos (tos, estornudos, saltos…), aumento de la frecuencia miccional, goteo tras micción, cistitis recurrentes. Pérdida de heces y/o gases.
Estreñimiento
Dolor abdominal, dificultad para ir al baño, presencia de hemorroides.
Dolor pélvico
Presente en la zona del pubis, sacro. Sensación de dolor, inflamación, hormigueo.
Prolapso
Sensación de pesadez, ocupación vaginal.
Disfunciones sexuales
Dispareunia, vaginismo.
Embarazo
Valoración cavidad abdominopélvica. Ejercicio físico. Preparación al parto, masaje perineal.
Postparto
Valoración cavidad abdominopélvica, determinar posibles secuelas, pautas de tratamiento.
Cicatrices
Cesárea, episiotomía, cirugías abdominales, histerectomía.
Diástasis
Distensión abdominal, déficit de fuerza.
